PROGRESO VERSUS LA DESESPERANZA APRENDIDA

El estallido del Barroso 2, representó el hito que dejo atrás la Venezuela Rural y dio inicio a la Venezuela petrolera.

Hace apenas una centuria Venezuela era un país paupérrimo. Un país rural, agobiado por el paludismo, las guerras civiles y gobiernos que usaban el tesoro de la nación como si fuera su hacienda. La pobreza abundaba y como si se estuviera en la edad media a la caída de Roma, la gente buscaba la protección en los caudillos. En diciembre de 1922 al estallar el Barroso 2, el mundo cayó en cuenta del potencial petrolero que existía en este país. De ser un país rural comenzamos a ser un país petrolero.

Al morir el último de los viejos caudillos, el general Gómez, Venezuela estaba lista para cambiar, y cambió. A partir de 1920 el país creció de manera ininterrumpida. Lo mejor de todo fue que hasta la década de los setenta, este crecimiento fue con muy poca inflación. Para los que no manejan el lenguaje económico, lo que quiero decir es que año tras año, los venezolanos producíamos más productos y servicios y sin mayores alteraciones en sus precios.

El país percibió el progreso. Entenderemos como progreso lo que ocurre cuando el futuro de acuerdo a indicadores sociales y económicos es mejor que el pasado. Hay progreso, cuando los hijos comienzan a vivir mejor que sus padres, o cuando un adulto, gracias al desarrollo de su vida laboral y haber contado con la posibilidad de ahorrar logra alcanzar mejores niveles de vida, que cuando era joven. Durante cincuenta años, el venezolano progreso. De país rural paso a ser un país urbano, con una importante y próspera clase media. Los menos afortunados, que salieron del campo a la ciudad, e invadieron los que hoy son los sectores populares, estaban tranquilos. Solo era cuestión de tiempo, para que el progreso le llegara a ellos.

La construcción de la Plaza Francia en Altamira. La ciudad crecía y desarrollaba una vigorosa clase media.

El progreso no solo fue económico. De la dictadura gomecista, se llegó a la democracia representativa. Oleadas de inmigrantes llegaban a un país que ofrecía oportunidades a los desplazados por la segunda guerra mundial o por la guerra civil española y al período de postguerra que se vivió  en Europa. Luego fue el país escogido por los jóvenes profesionales del Sur de América que escapaban de las dictaduras que asolaron esos países.

Luego llego la crisis del Medio Oriente. El apoyo de los Estados Unidos y de las naciones europeas a Israel en el conflicto árabe israelí ocurrido durante el año 1973, y la negativa de vender petróleo con que respondieron los jefes árabes, desestabilizó los precios petroleros. El boom económico del mundo occidental, mantuvo los precios altos por unos años. Venezuela, no supo como manejar los excedentes. Creo una estructura institucional y económica que pasaría factura en los años posteriores. La dependencia del petróleo marcó nuestro destino económico.

Para 1978, la renta petrolera, perdió su carácter dinamizador de la economía. El crecimiento económico se detuvo y la inflación creció con el consecuente incremento de los precios de los productos y servicios. El progreso se detuvo. Los empresarios dejaron de invertir, el estado comenzó a deteriorarse y los venezolanos en lugar de enriquecerse se empobrecieron.

Un titular del periódico el sábado 19 de febrero de 1983, indicaba que las finanzas venezolanas habían tocado fondo.

En 1989, una sublevación popular, reprimida fuertemente, partió el país en la mitad. En 1992, una asonada golpista, llevada a cabo por una logia militar, en lugar de ser repudiada por la población, comenzó a ser aplaudida en los sectores populares. Ante la solución salvaje que mostraron los golpistas, gobernadores y alcaldes proponían salidas civilistas a la crisis. La solución se encontraba en las regiones, muchos venezolanos no la vieron. En 1993 cuando se eligiera a Rafael Caldera, los venezolanos asestaron un duro golpe al bipartidismo, pero también se rescató el espíritu centralista que tenía el viejo dirigente venezolano. En 1998 con la elección de Hugo Chávez se terminaron de derrotar los liderazgos de quienes dirigieron la crisis que estalló el viernes negro del año 1983. Pero los tiempos de cambio son contradictorios. Se le dio el poder a la logia militar, que ya había atentado contra la patria. La carrera militar te enseña a creer en la obediencia debida. Si estas abajo, obedeces, si estas arriba, mandas. La descentralización implica negociar y acordar, acceder a dejar cuotas de poder en manos de gobernadores y alcaldes. Eso no se entiende en una concepción militarista del poder.

Un militar podía saciar la sed de venganza de los más desfavorecido.

Las ilusiones de cambio que vinieron con Chávez, no cambiaron el rumbo del país. Por el contrario, generó una Venezuela mucho más subordinado a los ingresos petroleros y un venezolano más dependiente de la dádiva oficial. El país marcha por un peligroso sendero militarista, que amenaza acabar con las libertades civiles y que ha cercado al sector privado de la economía. El régimen se alimenta más que nunca de la renta petrolera. Pero la demanda de recursos es insaciable, y en su afán hegemónico, hipoteca el futuro del país.

Son más de treinta años, casi dos generaciones donde el país está estancado. Ante esta realidad, la gente pierde la esperanza de mejorar. Como el elefante que cuando joven es atado a un tronco, cuando grande, cualquier cuerda atada a su pata lo paraliza, no importa que la cuerda esté sujeta a una endeble silla de plástico, En el fondo se sienten atados a su situación de pobreza. Mucho de los jóvenes de clase media, miran allende al país, como otrora hicieran sus abuelos. Los de clase popular, no pueden tener esa esperanza. Algunos deciden la salida delincuencial. El padre Moreno, lo dice en el titulo de un libro: salen a matar gente. Buscan con armas en sus manos obtener la riqueza que la vida le negara. Un círculo vicioso de muerte y pobreza. Los más, por lo general desempleados o en la economía informal, ante la imposibilidad de un futuro mejor, se conforma con las dádivas que les da el gobierno.

Pareciera que todo estuviera perdido. Sin embargo hay voces que llaman al optimismo. Dirigentes vecinales que luchan por la comunidad, jóvenes de clase media que heroicamente deciden quedarse en el país, profesionales que quieren a su país y creen que en este país si hay oportunidades. Otros jóvenes de talento, desterrados por la política o el hampa, esperan el llamado de la patria para regresar.

Treinta años de estancamiento, pueden tener otras lecturas. La cantidad de cosas que hay por hacer; inmensidad de retos pendientes en un país donde las oportunidades sobran. Muchos empresarios lo saben, y apuestan por Venezuela. Los venezolanos responden a la crisis y Venezuela se transforma en un país de emprendedoras.

Hay quienes predican que hay dos Venezuelas. Podemos pensar que así es. Una Venezuela optimista, que ve las oportunidades, y aquellos que piensan que el que es pobre, pobre se queda.  La lucha por el futuro dependerá de quién contagié a quién.

Henrique Capriles Radonsky, es electo como candidato de la Unidad Democrática en una elección donde participaron más de tres millones de personas. Un joven forjado en la descentralización, nos dice que Hay Un Camino y nos invita a montarnos en el autobús del progreso. Luego de treinta años, donde aprendimos a perder la esperanza, alguien te dice que si es posible una Venezuela mejor y que se pueda progresar en paz.

Capriles Randonski: El adversario quizás no sea Chávez, sino la desesperanza aprendida.

Henrique Capriles Radonsky tiene el reto que la gente vuelva a fijar su vista en el futuro. Pienso que el candidato a derrotar no es Chávez ni su régimen. Pienso que el candidato a derrotar es la desesperanza aprendida.

6 comentarios en “PROGRESO VERSUS LA DESESPERANZA APRENDIDA

  1. emma de la O

    me encantó tu artículo y claro, me recuerda a nuestro México que se encuentra con una desesperanza casi total; lo unico que mantiene mi fe, es el despertar que se está dando en los jóvenes al respecto de lo que ocurre en nuestro país ..un abrazo y ojala en Venezuela al igual que en México, pronto se de un cambio que termine con la vergonzante desigualdad que provoca tanta violencia, misma, que aunque no quiera admitirlo, yo entiendo (más no justifico), justamente,porque por la falta de esperanza de jovenes (muy jovenes de 14, 15 años) que son utilizados como carne de cañon (y ellos lo saben y lo entienden), prefieren tener un poco de lo mucho que les ha sido negado a ellos, a sus padre y hermanos cuando nadie hacemos nada por ellos; pero los pillos sí, los pillos les ofrecen una vida de placeres (trocas, casa, mujeres, mucho dinero para sus familias) ¿qué más pueden pedir?… aunque sea por un mes tendrán el sueño en sus manos …

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  2. DANIEL CHALBAUD LANGE

    Pérez Jiménez limpió los cerros de Caracas, Larrazábal con su Plan de Emergencia comenzó a repoblarlos con la gran migración del campo a la ciudad, los gobernantes civiles abonaron el terreno y Chávez los aprovechó.. Por fortuna, 54 años parece que aprendimos la lección y el 7/O eligeremos a un GERENTE con un excelente equipo gerencial. Daniel Chalbaud L

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  3. Rafael Pinto Prada

    Hola Ivan, te felicito por tan buen analisis historico-político de nuestra Venezuela en los últimos 100 años, excelente sintesis y abordaje. A ver si organizamos un foro con la Academia de Historia sobre tan interesante tópico, te contacto. Un abrazo. Rafael Pinto Prada

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  4. Ivan Hurtado Leon

    Lo felicito tocayo y amigo, Excelente articulo historico (progreso vs desesperanza aprendida): se que no es facil presentar cien anos en siete mil caracteres. Igual pienso de los anteriores (los que presentaron y reflexionaron sobre las revoluciones). Sus articulos son una catedra libre de aprendizaje de la politica, la historia y las relaciones sociales. Reciba con las expresiones mi afecto, un saludo personal y cordial. Ivan Hurtado Leon

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