Chacumbeles es un trágico personaje de la Cuba de las primeras décadas del siglo XX. Famoso equilibrista, cae de la cuerda floja cuando ve a su amante besándose con uno de los compañeros del circo. A pesar de quedar vivo, las lesiones le impiden seguir con su espectáculo circense quitándose la vida posteriormente. Fue inmortalizado por la canción compuesta por Alejandro Mustelier e interpretada por Servando Díaz “Chacumbele, el mismito se mató”.
Después del triunfo electoral del año 2015 la oposición congregada en la llamada Mesa de la Unidad Democrática (MUD), comenzó a cometer errores que terminaron por fragmentarla y fracasar en la razón para la cual fuera creada, el cambio del régimen político que mal gobierna a Venezuela.
La última decisión que tomó y que puede tener consecuencias gravísimas fue la de abstenerse a participar en las venideras elecciones presidenciales, que si bien son convocadas por un ente que no cuenta con ninguna legitimidad en su origen y en una escalada de decisiones arbitrarias que hacen más ardua la tarea para lograr el cambio, abren una rendija, que lamentablemente está siendo desaprovechada y que puede garantizarle al menos unos años más al régimen imperante.
A pesar que esta es la decisión de lo que podemos llamar la oposición oficial representada por la Mesa de la Unidad Democrática, devenido en Frente Amplio por Venezuela, no fue la opinión unánime. La disidencia de Henri Falcón del bloque opositor al postularse como candidato presidencial, le permite a quienes consideramos que debemos aprovechar esta oportunidad la posibilidad de expresarnos en un intento de lograr, como consecuencia del proceso electoral, fragmentar la unidad del régimen.
A continuación expondré algunos argumentos para explicar la conveniencia del voto sobre la abstención.
1.- Quiero expresar lo que para mí es un imperativo ético: Hay que salir de Maduro lo antes posible. Cada día que pasa en un venezolano que emigra, es un paciente que muere por falta de medicinas, es un padre de familia que no puede llevar el pan a su casa. El cambio tiene que ser lo antes posible, y si hay una oportunidad que ese día sea el 20 de mayo, debemos aprovecharlo y no esperar más tiempo, mientras se consigue la manera de sacarlo del poder o esperando un cisne negro que lleve la implosión del régimen. Sigo pensando que la oposición tiene sus mayores fortalezas en las oportunidades electorales que se brindan y no, en espejismos de intervenciones foráneas o militares.
2.- La imposibilidad de mejorar las condiciones. Existen en los grupos opositores tres líneas de acción bien definidas y plantean tres modos diferentes y a su vez legítimos de entender la dinámica política venezolana. La primera, defendida por Soy Venezuela y liderada por María Corina Machado y Antonio Ledezma, es que hay que salir del régimen para después convocar a elecciones. Su objetivo es la dimisión de Maduro. La segunda postura es la defendida por la MUD, ahora Frente Amplio, que espera que las condiciones mejoren, para ir a un proceso electoral competitivo. Y el tercer bloque que mantiene la postura inicial que el régimen es derrotable electoralmente. Mi visión, es que la derrota de Maduro, es más probable en un evento electoral, que pueda fracturar la unidad interna del régimen.
El Frente Amplio desea una postergación de la fecha de la elección presidencial y en el ínterin negociar mejores condiciones electorales en aras que estas sean verdaderamente competitivas. Creo que “deseos no preñan”. Pedirle a un candidato de un régimen autoritario que tiene un rechazo que ronda el 80% de la población, es similar a pedirle la renuncia. Si se pudieran al régimen obligarlo a aceptar unas condiciones para ellos suicidas, entonces evitemos el mecanismo, y apoyemos a los voceros de Soy Venezuela, en pedirle la renuncia y nos evitamos los costos transaccionales que implica toda elección. Si no existe una amenaza realmente creíble de parte de la oposición para forzar las condiciones, pues no habrá condiciones. Y ciertamente, de parte de la oposición no hay capacidad para presionarlas. Y tampoco habrá renuncia.
3.- La trampa de las condiciones. Los promotores de la abstención plantean que el objetivo de crear unas condiciones electorales no competitivas se encuentra en arrebatarles el triunfo a los líderes de la oposición en el supuesto que estos saquen más votos. Esta creencia que puede tener visos de verdad, considero que no es del todo correcta. La verdadera función de afectar las condiciones electorales es crear desánimo en la población opositora, para que estas se abstengan y puedan ganar sin necesidad de acudir a un fraude electoral, entendiéndose como fraude en este documento al hecho que gane un candidato que no haya obtenido mayoría de votos. Lo que se pretende entonces, es ganar “limpiamente” gracias al abandono de la contienda electoral, en un proceso que se muestra en el siguiente gráfico.
Esa fue exactamente la dinámica que ocurrió en octubre del 2017 donde la MUD solo pudo ganar 6 gobernaciones (asumiendo que Andrés Velásquez ganara la elección en el Estado Bolívar). El hecho es que la abstención electoral afectó las posibilidades de triunfo al minimizar la ventaja de Andrés Velásquez y creando una débil defensa para Juan Carlos Guanipa, quien pierde la gobernación por no querer juramentarse ante la Asamblea Nacional Constituyente.
4.- Condiciones o división y mal desempeño
Un mero análisis cuantitativo de los resultados electorales del 15 de octubre, evento que desencadenó el abandono de la postura electoral “dura” de la alternativa democrática, lo que nos indica es que, a pesar de las condiciones adversas, fueron muchos más los pecados cometidos por la unidad que la iniquidad del régimen lo que explica los pobres resultados de la unidad democrática.
Para demostrarlo mostraré unas cifras electorales obtenidos de la ciudad de Valencia y su división parroquial. Éstas nos muestran un verdadero laboratorio de como funcionaron los diferentes estratos sociales en Venezuela.
Empecemos por la parroquia San José.
La parroquia San José es una entidad valenciana tradicionalmente opositora. Conformada por una mayoría de clase media es el centro de la oposición en Valencia. Electoralmente la diferencia de votos de las propuestas opositoras versus la oficialista nunca ha bajado del 60%. Ahora bien, en esta parroquia, la MUD pasó de contar con un 71% de electores para la elección presidencial a un 45% de electores para las elecciones de gobernadores. En el gráfico vemos como la ausencia de votantes (oficialmente abstención) se incrementó del 19,5% hasta llegar al 49,5% de los electores inscritos. Sabemos que la diáspora pudo haber intervenido en la ausencia. Pero no deja de llamar la atención que cuantitativamente más fueron los votantes que se ausentaron, entre abstencionistas y emigrantes, que los votos obtenidos por Alejandro Feo La Cruz el pasado 2017.
Y que ocurrió en la parroquia Rafael Urdaneta
La parroquia Rafael Urdaneta, es la segunda parroquia más poblada de Valencia. En ella no hay ningún dominio claro de algunos de los polos que dominan la política venezolana. Ganada a pulso por la oposición en el año 2013, ya en las elecciones parlamentarias logra una ventaja de 13 puntos porcentuales sobre el Psuv. Sin embargo, Alejandro Feo La Cruz pierde la elección de gobernadores más de 15 puntos en esta parroquia, mientras que el Gran Polo Patriótico incrementa su votación en menos de 3 puntos, la abstención se incrementa desde el 22% hasta llegar a un 39%. Vemos, por tanto, el mismo fenómeno, caída de la oposición, mantenimiento o ligero crecimiento del oficialismo e incremento abrupto de la Abstención.
Y en Miguel Peña
La parroquia Miguel Peña es la más poblada de Valencia. Conformada ampliamente por sectores populares, ha sido el bastión del chavismo en el Estado Carabobo, donde la única vez que perdieron fue en la elección parlamentaria del año 2015, donde la MUD la superó por 6 puntos. Pero ocurre el mismo fenómeno, caída de la votación opositora, leve incremento del oficialismo y la abstención que se incrementa al pasar del 25 al 42 por ciento. Lo importante es resaltar, que un elector (antes chavista y que votara por la MUD en 2015) pueda tener como criterio las condiciones electorales, puesto que siempre su voto ha sido respetado. Debemos considerar por tanto, que este voto, chavista y que se prestó a la MUD en el 2015, si se abstiene, no sería por las condiciones electorales, sino por la falta de representatividad de los polos políticos.
Por último, quiero mostrar los resultados de la parroquia Negro Primero:
La parroquia Negro Primero es un territorio rural. Siempre allí ha ganado el Psuv. En ese territorio el chavismo no compite con la oposición, sino con la abstención. Los resultados muestran una estabilización del voto chavista, un ligero incremento de la abstención y la oposición quien pierde más de la mitad de la votación obtenida en el 2015, es decir lo que pierde la oposición, lo gana la abstención.
Ahora bien, todas las acciones de la maquinaria PSUV, TSJ, Maduro, CNE, lograron un objetivo, promover la división de la oposición, encontrándose ésta en un mar de incoherencias de como debería ser la lucha contra el régimen.
En resumen, los resultados de octubre no pueden ser vistos únicamente como resultados de las condiciones electorales. Bajo la égida de un gobierno autoritario que nunca ofrecerá condiciones electorales, la unidad y la capacidad estratégica es un elemento fundamental para lograr la victoria junto con la conexión con las necesidades de la población. La oposición no contó con ninguna de ellas. Las condiciones electorales tuvieron como efecto, mas que apuntalar a un fraude, disuadir a la población opositora de la conveniencia de participar en las elecciones. Por otra parte, su desconexión con los problemas del ciudadano común, obnubilados como estaban en la disputa para desplazar a Maduro y luego atender sus aspiraciones personales, pasaron factura en esa crucial elección.
Luego ya conocemos la historia. Al retirarse los principales partidos de la elección para escoger alcaldes y expresando su negativa a participar de toda contienda electoral hasta que no existieran condiciones de competitividad, al no ser logrados en la negociaciones de Santo Domingo, era imposible, para mantener cierta coherencia, participar en las elecciones presidenciales, es decir el abandono de la lucha electoral. Y precisamente en un entorno de insatisfacción con el gobierno que brindaba magnificas oportunidades de triunfo a la oposición, a pesar de las condiciones.
5.- El tema de la legitimidad
Quizás el principal argumento de los defensores del boicot electoral a las elecciones del 20 de mayo, es el argumento que votando se legitima el proceso electoral y a los entes convocantes. Desde el punto de vista sociológico, legitimidad es poder aceptado. El criterio jurídico incorpora la aceptación debido al apego a ciertas normas constitucionales y legales. Desde que estudiaba Formación Social, Moral y Cívica en mis ya lejanos estudios secundarios, me enseñaron que había regímenes de facto y regímenes de derecho. Los autoritarismos son regímenes de facto, pero buscan con las elecciones, legitimarse, no tanto a los ciudadanos comunes, sino ante quienes los miembros de los que conforman la coalición dominante.
En Venezuela para ser presidente, además de los requisitos de la elección solo se requiere que un candidato obtenga mayoría de votos en una elección. No hay umbrales ni en términos absolutos, ni en términos relativos. Sencillamente gana quien gana ese día y solo basta que saque un voto más que el quedo de segundo. De triunfar la abstención, la pregunta siguiente sería, como se cobra eso. De verdad la coalición gobernante consideraría eso como una señal de derrota o por el contrario asumiría el resultado para afianzar el apoyo al régimen. Básicamente considero lo segundo.
Estas elecciones fueron convocadas por la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), órgano que ciertamente es de una legitimidad de origen muy cuestionada. Sin embargo, sus decisiones son obedecidas por los diferentes órganos del Estado, incluyendo el Consejo Nacional Electoral. Y los ciudadanos comunes no nos queda más remedio que obedecerlas, puesto que de no hacerlo tendríamos que enfrentar a los aparatos de coacción del Estado.
La participación en este caso, no tiene razones de legitimidad, sino razones estratégicas. Entiéndase el voto en este caso, sería un mecanismo que permitiría, de lograr que uno de los candidatos de oposición al régimen, obtengan más votos que el candidato oficial producir una crisis política en la coalición dominante que lleven a la pérdida del poder. Esta crisis pudiera ocurrir o no. Tenemos el caso de Chile, que una fractura del ala militar tras conocerse los resultados del plebiscito ocasionó que el régimen reconociera el triunfo del No y la apertura a la democracia. O días después como ocurrió en la Filipinas de Marcos, donde las protestas callejeras contra el fraude terminaron de quebrar al régimen, o puede sencillamente no ocurrir, como fue el caso de Pérez Jiménez en el 52. Pero es mucho más probable pensar en una fractura, ante una avalancha de votos opositores, que con ellos quedándose en su casa, festejando por WhatsApp las calles vacías en las urbanizaciones donde viven.
5.- Y la subordinación a la Asamblea Nacional Constituyente
Mientras exista el actual régimen, quiéralo o no estamos subordinado a ella. Así que de lo que se trata es de quitarle el poder. Y esto es más fácil, desde una presidencia opositora, articulada con la Asamblea Nacional, el Tribunal Supremo de Justicia legítimamente nombrado y con el apoyo de la Fuerzas Armadas Nacionales, ya alineadas con su nuevo comandante en jefe, para deslegitimar por sentencia o por referéndum a la irrita ANC.
6- Es Falcón otro Arias Cárdenas
Dice Benedetti en uno de sus poemarios que “El vicediós siempre es ateo”. Esta frase refleja al político, ambicioso, vanidoso, que circunstancialmente pudiera estar en una posición subordinada, pero siempre aspirando al máximo lugar. No puedo asegurar que Arias Cárdenas formara parte de una estrategia para legitimar las elecciones del 2000, o que sencillamente tenía sus aspiraciones para ser presidente. En todo caso el escenario es completamente distinto. Chávez contaba con un 80% de aceptación en ese año. Maduro cuenta con un 80% de rechazo. Arias Cárdenas no tenía ninguna posibilidad de ganar. Falcón, tiene muchas posibilidades de al menos contar con más votos que Maduro, si buena parte de este universo contrario al presidente decide acudir a votar. Para mí es suficiente saber que no es Maduro.
7.- ¿Y el respaldo internacional?
La política internacional la mueven más los intereses que los valores. Tras cada decisión de cada país, hay un evidente análisis costo beneficio. Además, su dinámica es muy cambiante. Hoy Maduro, tiene a buena parte de la comunidad internacional del llamado occidente en contra. Pero, por una parte, tiene el apoyo de las potencias orientales China y Rusia. Además, dentro del escenario americano las cosas pueden cambiar. Es muy probable que López Obrador gane en México, lo que puede implicar un aliado adicional al régimen. Si Lula, llegara a resolver sus problemas judiciales, también puede moverse la balanza. También Maduro reelecto, puede lograr acuerdos o modus vivendi con los países que hoy se le enfrentan. Por otra parte, las sanciones y el aislamiento internacional pocas veces, derriban gobiernos. Si no me creen pueden ver los casos de Cuba, Corea del Norte, Irán y Siria. El resultado no puede ser peor, gobernantes atornillados con pueblos sufrientes.
8. Conclusión única: Luego de analizado los puntos, creo que debemos ir a votar, la abstención es seguir el camino de Chacumbeles.